En muchas ocasiones, los pacientes acuden a los centros de injerto de pelo exigiendo no tener que ser rapados para someterse a esta técnica, ya sea por cuestiones de discreción, estéticas, sociales o culturales.
Aunque por lo general se requiera un rapado para poder acceder a la zona en la que se va a implantar el pelo, existen algunas excepciones que impedirían recurrir a esta acción, aunque ello pueda incrementar la duración de la intervención y, por tanto, su precio.
De todos modos, será siempre el especialista quien determine si es posible realizar la técnica FUE sin rapar o si, por el contrario, es algo imprescindible teniendo en cuenta cada caso que se presente.
Técnica FUE sin rapar la cabeza
La técnica FUE es un método de injerto capilar muy sofisticado gracias a los resultados tan naturales que se consiguen.
Se trata de una cirugía menor, en la que se extraen los folículos de forma individual desde la zona donante, los cuales pasan, tras una fase de manipulación y preparación, a la región receptora de la cabeza en la que se presenta alopecia o calvicie, a través de pequeñas incisiones por las que se introducen estas unidades foliculares.
Esta técnica necesita, para un mejor resultado, un rasurado completo de la cabeza porque se necesita seleccionar y manipular los folículos que estén en mejor estado, sin el impedimento de cabello alrededor que pueda entorpecer al cirujano responsable.
Ante la demanda de una técnica FUE sin rapar la cabeza al completo, los especialistas pueden valorar la opción de rapar tan solo el área donante.
La solución ante esto sería la de realizar cortinillas o flaps, que disimulen así los lugares de donde se han extraído los folículos seleccionados.
FUE sin rapar la zona receptora
Una de las dudas más frecuentes entre los pacientes que necesitan un injerto de pelo es si es posible realizar esta intervención FUE sin rapar la zona receptora.
Lo cierto es que la única opción de trasplante capilar sin rasurar la zona receptora sería la opción FUSS, por lo que se suele descartar en los casos de técnica FUE.
Ventajas de la técnica FUE sin rapar
Existen muchas ventajas en la técnica FUE sin rapar. Muchos de los que deciden someterse a un tratamiento como este, apuntan a los siguientes beneficios de este recurso:
- Se ve mejor la orientación del cabello de la región receptora durante toda la intervención.
- El resultado a nivel estético es mucho mejor al acabar este proceso.
- Mayor discreción a ojos de los demás de que el paciente se haya podido someter a esta operación.
Trasplante de pelo FUE sin rapar: Antes y después
El antes y después del trasplante de pelo FUE sin rapar muestra un cambio notable, ya que se recupera la apariencia de la cabeza perdida por un proceso de alopecia o calvicie, ya sea crónica o transitoria.
Muchos de los pacientes que se han sometido a una técnica FUE sin rapar han mostrado su satisfacción respecto al trabajo desempeñado por el cirujano y el resultado de alta calidad que se ha conseguido con él tras unos meses de espera.
Postoperatorio Técnica FUE sin rapar
El postoperatorio de técnica FUE sin rapar es similar al que se puede llevar con una técnica FUE convencional, manteniendo en todo momento la imagen y apariencia de la cabeza del paciente.
Siguiendo las recomendaciones del especialista, los resultados de esta intervención serán los óptimos.
No hacer deporte, emplear un champú neutro y ser meticulosos en la región que ha sido objeto de la intervención en los días posteriores son algunas de las indicaciones más frecuentes para cuidar la zona tratada.
Técnica FUE sin rapar: Opiniones
Las opiniones de FUE sin rapar muestran una satisfacción elevada por parte de quienes se han sometido ya a esta técnica tan sofisticada.
Estos pacientes pueden volver a su vida normal sin buscar ningún elemento que camufle o disimule los efectos de esta cirugía, como ocurriría con la técnica FUE convencional.
Técnica FUE sin rapar: Precio
En las intervenciones en las que se aplique la técnica FUE sin rapar precio, puede verse ligeramente incrementado debido a las necesidades específicas que se pueden dar al no rasurar el cuero cabelludo.
El pelo presente alrededor puede suponer un impedimento para el profesional, lo que puede poner en compromiso la precisión de esta figura y obligarle a emplear más tiempo en la intervención.